El retrato está en el estilo romántico. Presenta a Madame Recamier liderando una vida cosmopolita en París durante su vida en el Consulado de la ciudad. Conocido por sus espléndidos veladas en el Palacio de la Rue Mont Blanc, que recogió artistas contemporáneos, escritores, actores y políticos. El retrato fue pintado más tarde, pero presenta características interesantes perspicacia reflexiva y manos gráciles dobladas debajo de su pecho.